Bahía de HumboldtBahía de San FranciscoBahía de San DiegoBahía de San QuintinBahía de PanamáBocana del río Iscuandé • Piscinas artificiales de Ecuasal

Vista Migratory Shorebird Project en mapa mas grande

Bahía de Humboldt

Descripción del humedal: El norte de la bahía Humboldt consiste de ciénagas y planos lodosos con extensivos colchones de plantas acuáticas, pastizales húmedos y el estuario del  río Mad, separado del océano por extensas dunas. La ciénaga de Arcata contiene hábitats restaurados de marismas de agua dulce. Hay siete reservas de moluscos, que estan destinadas a la pesca de almejas y recolección de ostras. Las ciénagas del este de la bahía fueron canalizadas para la construcción de ferrovías y autopistas. Por otra parte, el Refugio Nacional de Vida Silvestre de la Bahía de Humboldt maneja la bahía sur, que es una gran ciénaga y un vasto sistema de canales intermareales que atraviesan los pastizales húmedos.

Importancia para las aves playeras: Dependiendo de la temporada, entre 20.000 a 80.000 aves playeras residen en la bahía Humboldt (Colwell 1994). La Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (WHSRN) reconoce este gran estuario como un sitio de importancia internacional.  Los humedales intermareales, especialmente los amplios planos lodosos, mantienen poblaciones de Correlimos Común, Agujeta Escolopácea y Zarapito Trinador (Colwell 1994).

Monitoreo: Desde el 2010 como parte del «Pacific Flyway Shorebird Survey» entre el 15 de noviembre y 15 diciembre se realizan anualmente conteos exhaustivos de las porciones norte y sur de la bahía.

Coordinación: Mark Colwell, Humboldt State University; Mark.Colwell@humboldt.edu

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Bahía de San Francisco

Descripción del humedal: La Bahía de San Francisco es el estuario más largo de la costa oeste de Norte América. Esta bahía contiene una variedad de hábitats, incluyendo planos intermareales, humedales canalizados y no canalizados, estanques salinos de evaporación manejados y no manejados y pantanos intermareales que sustentan una diversa comunidad de aves. Además, las aves playeras usan como dormideros otros lugares tales como islas, diques, enrocado costero, muelles y otras estructuras. Atravesando muchos cambios en los últimos 200 años, la bahía de San Francisco está altamente urbanizada con más de 6 millones de habitantes. A finales de 1800 y principios de 1900, más del 80% de los humedales fueron contenidos, canalizados o rellenados para la agricultura, el pastoreo, infraestructura urbana y otros usos. Durante los conteos de aves playeras a principios de los 90, muchas áreas en ambas regiones del norte y sur de los estuarios se usaban todavía como estanques salinos de evaporación o campos agrícolas. Entre 1992 y 2006, más de 11.000 acres (cerca de 4500 hectáreas) de la bahía fueron creados o restaurados para acción mareal por el Departamento de Pesca y Recreación de California, y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos y numerosas agencias. Estas actividades de restauración continúan y el Proyecto de Restauración del estanque salino de la bahía Sur (www.southbayrestoration.org/) es la restauración mareal más grande del occidente de Estados Unidos. Así mismo, se han cambiado los regímenes de manejo del agua de los estanques salinos para maximizar su uso por parte de las aves. Sin embargo, el aumento del nivel del mar se ha previsto como un cambio próximo en la distribución y abundancia del hábitat de aves playeras en el estuario de la bahía de San Francisco (ver http://data.prbo.org/apps/sfbslr/).

Importancia para las aves playeras: Más de 1 millón de aves playeras visitan anualmente el estuario de la bahía de San Francisco representando 38 especies (Stenzel et al. 2002). Las aves playeras son más numerosas en esta bahía durante la migración de primavera, donde se han contado hasta 932.000 individuos. Sin embargo, durante otoño y principios de invierno se pueden encontrar más de 300.000 aves y a finales de invierno (enero-febrero) hasta 225.000 aves (Stenzel et al. 2002). La abundancia total de aves playeras ha sido estable en la bahía de San Francisco por más de 15 años, a pesar de los cambios significativos en el hábitat; sin embargo se han producido cambios en la distribución de algunas especies (Wood et al. 2010).

Monitoreo: Se han realizado conteos exhaustivos de la bahía por parte de Point Blue Conservation Science y socios desde 1990-1992 y 2006-2008 (ver Stenzel et al. 2002, Wood et al. 2010). Además, se desarrollan conteos localizados regularmente como parte de los estudios de USGS y el Observatorio de Aves de la bahía de San Francisco. Actualmente, Point Blue Conservation Science trabaja con sus socios para estudiar >120 unidades muestrales anualmente en el estudio de PFSS. Este conjunto de sitios aleatoriamente seleccionados representa ~50-60% de la población de aves playeras en la bahía. Los estudios se hicieron en 2010 y 2011. Para una detallada descripción del diseño de monitoreo de la bahía de San Francisco ver Reiter et al. (2011).

Coordinador: Dave Shuford; Point Blue Conservation Science; dshuford@pointblue.org

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NASA photoBahía de San Diego

Descripción del Humedal: La bahía de San Diego consiste de 11.000 acres (cerca de 4500 hectáreas) de hábitat submareal e intermareal y 1.400 acres (560 hectáreas) de estanques salinos. Menos de la mitad de los planos lodosos que rodeaban la bahía en 1850 aún se conserva (766 acres). Después de que el río San Diego fuera desviado, el gran pantano en el delta del río se rellenó y se urbanizó por la ciudad de San Diego. La Bahía fue dragada para rellenar tierras intermareales, ensanchar playas a lo largo de Silver Strand y para crear puertos militares y domésticos. El área dragada es más profunda y estrecha que hace 150 años. Solamente la bahía sur contiene áreas significativas de ciénagas, planos lodosos y estanques salinos (Marcus and Kondolf 1989).

Importancia para las aves playeras: recibe hasta 18.000 aves playeras en otoño, 11.000 en invierno y 13.000 en primavera (Terp 1998, Page et al. 1999). También es reconocida como un sitio WHSRN de importancia regional. Los planos lodosos intermareales son la mayor área de alimentación; los estanques salinos proveen alimentación adicional y hábitat de descanso (Terp 1998). Las marismas del sitio son pantanos de sal y salobres, salinas, planos lodosos, rellenos y tierras altas que mantienen a los Chorlitejos Blancos (Charadrius nivosus) en reproducción y muchas otras especies de aves playeras migratorias e invernantes (B. Collins pers. comm.).

Monitoreo: En los años 2006 y 2009 se llevaron a cabo estudios exhaustivos de la bahía de San Diego por Tierra Data bajo un contrato con la Fuerza Armada Americana, el Puerto de San Diego y El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. Los conteos fueron hechos en >300 unidades de muestreo en toda la bahía. En el 2011, Point Blue Conservation Science hizo un diseño piloto para la bahía de San Diego. Similar al realizado en la bahía de San Francisco (ver Reiter et al. 2011), se hizo una muestra estratificada (random-tesselation stratified sample GRTS) usando los datos de la distribución de especies de los años 2006 y 2009 para la selección de sitios. Se seleccionaron ~30% de las unidades muestrales (n = 100) ponderando esta selección de unidades muestrales proporcional al logaritmo natural de la abundancia de aves playeras observadas en estudios previos en esas mismas unidades. Esta estrategia demostró ser exitosa para el seguimiento del cambio poblacional con un análisis simulado. La evaluación inicial de esta estrategia de muestreo sugiere que se pueden alcanzar estimativos poblacionales para la Bahía con un coeficiente de variación de <0.20. De hecho, esta estrategia resultará en 50 – 60% de las aves playeras contadas en relación a los conteos de 2006 y 2009. La estrategia de muestreo GRTS también permite que las unidades de muestreo adicionales sean incluidas en el futuro si se determina necesario.

Coordinador: Matt Reiter; Point Blue Conservation Science; mreiter@pointblue.org

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Bahía de San Quintín

Descripción del Humedal: La bahía San Quintín está ubicada en la costa Pacífica del noroccidente de Baja California, alrededor de 300 km al sur del límite México-USA, en la municipalidad de Ensenada, Baja California en México. Es el humedal costero más grande e importante del estado de Baja California y el más grande humedal costero mediterráneo en México.  Presenta las marismas salinas costeros menos alterados de la región de California. Fue recientemente designado como un sitio Ramsar. Cubre más de 10.000 acres y es dominado por plantas acuáticas (Zostera marina). Los hábitats marinos también incluyen pantanos salinos, canales, dunas arenosas, playa de barreras y planos lodosos (40% está expuesto durante mareas bajas de primavera). Los hábitats de la bahía están rodeados por matorrales costeros de salvia mezclado con matorrales de desierto y campos agrícolas. La acuicultura de moluscos bivalvos (especialmente la ostra japonesa Crassostrea gigas) ha sido la principal actividad económica del sitio desde 1976. Otras actividades incluyen: extracción de roca volcánica de cono de escoria, extracción de sal, deportes, pesca artesanal y la cacería del ganso del pacífico Branta bernicla nigricans. Todo esto es permitido y regulado en el área. También hay agricultura intensiva en los deltas adyacentes y las planicies costeras.

Importancia par las Aves Playeras: En 1992 un estudio documentó 31.925 aves playeras migratorias en este humedal (Page et al. 1997). Es considerado un sitio importante para aves playeras en México y fue designado como un sitio RHRAP de importancia regional. De 31.925 aves playeras migratorias, el 86% se encontraron en la Bahía San Quintín, 4% en estanques salinos cercanos, y 11% en la Laguna Figueroa. La aguja canela (Limosa fedoa), el playero aliblanco (Tringa semipalmata), el zarapito americano (Numenius americanus), componen el 96% de las grandes especies, 91% de especies medianas son agujetas (Limnodromus) y chorlitos grises (Pluvialis squatarola) y el correlimos de Alaska (Calidris mauri) y el correlimos común (Calidris alpina) componen el 89% de las especies pequeñas. Este sitio provee hábitat para importantes poblaciones de varias especies o subespecies de aves en época de reproducción que están amenazadas o en peligro incluyendo el chorlitejo blanco (Charadrius nivosus).

Monitoreo: Se realizaron dos estudios pilotos por CICESE en diciembre 2011 y enero 2012. Point Blue Conservation Science y CICESE desarrollaron un diseño específico para diciembre de 2012.

Coordinador: Eduardo Palacios; Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, B.C. (CICESE); epalacio@cicese.mx

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Bay of Panama, Karl Kaufman, Audubon Society of PanamaBahía de Panamá
(Foto: Sociedad Audubon de Panamá)

Descripción del Humedal: El área de estudio en los humedales bahía de Panamá incluyen los bosques de manglares, fangales, estuarios y ciénagas adyacentes de agua dulce y aguas marinas poco profundas. Estos humedales incluyen aproximadamente 297 km² de manglar, lo cual constituye cerca del 21% de la cobertura total de 1395 km² de manglares de la costa Pacífica y 353 km² de planos lodosos. Los planos lodosos y los manglares son valorados por los servicios que prestan a otras partes del ecosistema, especialmente a la infauna, invertebrados que viven en el sedimento los cuales sirven de alimento a las aves playeras, peces y camarones. Los manglares son hábitats únicos inmensamente productivos que ofrecen servicios ambientales a los habitantes rurales y urbanos. La zona costera es óptima no solo para las aves playeras sino también es un recurso económico importante para los ciudadanos de Panamá.

Importancia para las Aves Playeras: En los humedales de bahía de Panamá cada otoño millones de aves playeras migratorias, que incluyen chorlos, playeros y zarapitos, presentan un grandioso espectáculo de historia natural de clase mundial que se puede observar fácilmente desde las costas de la ciudad capital de Panamá. Las aves llegan atraídas por la riqueza de los fangales que se extienden varios kilómetros desde el borde de la ciudad hacia el este y están llenos de almejas, crustáceos y gusanos muy apetecidos por los hambrientos migrantes. Hay pocos lugares a lo largo de toda la costa Pacífica del hemísferio con los recursos para sostener cantidades tan enormes de aves playeras. La costa Pacífica del este de Panamá cuenta con estos recursos en tal abundancia que muchos migrantes permanecen durante el invierno y muchos juveniles se quedan en el país en su primer verano. Los humedales de bahía de Panamá albergan aproximadamente 31% de la población mundial del correlimos de Alaska (Calidris mauri). Machos y hembras de esta especie tienen diferentes patrones migratorios y 80% de las aves en esta área son hembras (Watts 1998a). Esto significa que cerca de 50% de las hembras de esta especie en el mundo dependen de este sitio, usando la mayoría de ellas el estrecho de 30 km al este de la ciudad. Una proporción considerable de la población mundial total de otras especies de aves playeras también usa este hábitat.

Importancia para la Industria marina: Las aves playeras junto con un gran número de aves marinas tales como pelícanos, gaviotas, gaviotines y cormoranes son la evidencia más visible de los ricos recursos marinos que esta área ofrece. Otros beneficios de estos humedales incluyen el camarón blanco y el molusco concha negra. El camarón blanco, el principal componente de la pesca de camaronera comercial de Panamá, se alimenta en el fondo, en aguas poco profundas de la bahía a lo largo de la costa y los juveniles se alimentan en ríos estuarinos del área. La concha negra, recolectada en los manglares por los habitantes rurales a lo largo de la costa, es muy apreciada como alimento y vendida en el mercado de Panamá e incluso exportada a Europa.

Monitoreo e investigación: El primer volumen de The Birds of the Republic of Panama publicado en 1986 por Alexander Wetmore, menciona repetidamente las inmensas bandadas de correlimos de Alaska (Calidris mauri) y otras aves playeras en la costa cercana de la ciudad de Panamá. Más adelante, The Canadian Wildlife Service en 1980 estableció un programa de apoyo a proyectos de conservación con países de Latinoamérica. En 1998 se empezaron en Panamá estudios de ecología poblacional del correlimos de Alaska. En 1997, Bryan D. Watts y colaboradores realizaron conteos aéreos de las aves que utilizaban los diferentes ambientes en la parte alta de la bahía de Panamá. Apoyados por The Center for Conservation Biology y dentro del programa Legacy Resource Management del Departamento de Defensa de los EE.UU., publicó el libro «Las aves playeras migratorias de la parte alta de la bahía de Panamá» (Watts 1999a). Él estimó que solamente por la zona intermareal pasan entre 1 y 2 millones de aves playeras durante la temporada migratoria. Watts también notó que 36 de las 49 especies de aves acuáticas que se reproducen en Norte América pasan el invierno en Latinoamérica. Por esta razón desde el 2011 la Sociedad Audubon de Panamá se unió al Proyecto de Aves Playeras Migratorias y ha participado en el monitoreo invernal de correlimos de Alaska (Calidris mauri), para establecer tendencias poblacionales y entender diferentes aspectos ecológicos como uso de hábitat, dieta y comportamiento. De esta forma se pueden entender los principales aspectos que afectan su distribución en el humedal de la Bahía de Panamá.

Otros trabajos de conservación en el área: entre las iniciativas en las cuales estamos trabajando está la promoción de la ciencia ciudadana a través de la creación de un grupo de voluntarios y el establecimiento de un comité científico para identificar las necesidades de investigación y asesoramiento para la toma de decisiones por parte de las autoridades concernientes al mantenimiento de las características ecológico del sitio. Además estamos trabajando en educación ambiental con escuelas y comunidades aledañas enfocada en la conservación de los humedales y las aves playeras migratorias.

Coordinador: Rosabel Miró, Directora Ejecutiva Sociedad Audubon de Panamá, Skype: rosabelmiro, Tel: (507) 6616-8954

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Bocana del río Iscuandé, Colombia

Descripción del humedal: es el primer sitio en Colombia que hace parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP), designado en el año 2009. Su importancia regional como un sitio RHRAP se debe a la presencia de más de 1% de la población hemisférica de chorlitejo piquigrueso (Charadrius wilsonia) y andarríos maculado (Actitis macularia) y a la presencia de más de 20.000 aves playeras. Otras especies de importancia numérica incluyen zarapito trinador (Numenius phaeopus> 200 individuos) y agujetas, (Limnodromus sp.,> 1.500 individuos). Este importante humedal es localizado en el departamento de Nariño y limita al occidente con el Parque Nacional Natural Sanquianga y al nororiente con la cuenca baja del río Guapi. Se encuentra en el sistema costero Sanquianga al sur de la región de la costa Pacífica. Este sitio incluye la zona de manglares y planos intermareales en la parte baja del Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador, así como una serie de islas de barrera al frente de la costa. La bocana del río Iscuandé es dominada por planos lodosos con deposiciones de sedimentos de río, expuestas a un rango mareal de hasta 4m. Las áreas más importantes de la Bocana son los bajos La Cunita y Quiñones con un área de 8.000 ha aproximadamente, la mayor parte con planos intermareales y aguas someras.  Este delta mantiene los arboles de manglar mas altos de Suramerica (

Importancia para las Aves Playeras: Los planos lodosos de la Bocana del río Iscuandé son usados por más de 30.000 aves playeras como refugio durante mareas altas. Cerca de 28 especies de aves playeras han sido registradas en el área, siendo el más importante en términos numéricos el correlimos de Alaska (Calidris mauri) con estimados alrededor de 25.000 individuos. El sitio es también importante por el chorlo semipalmeado (Charadrius semipalmatus) y el chorlito piquigrueso (Charadrius wilsonia). Este último presenta poblaciones migratorias (probablemente C. w. wilsonia) y anidantes (C. w . beldingi). Otro registro interesante fue de 44 individuos del ostrero americano (Haematopus palliatus), el número más alto registrado hasta la fecha para este sitio y para el Pacífico colombiano. Además, se registraron 27 individuos de correlimos rojizo (Calidris canutus), uno de los conteos más altos de la especie en este sitio.

Monitoreo e investigación: La Asociación Calidris viene monitoreando e investigando las aves playeras en este lugar desde el año 2000. Los objetivos de estos estudios han respondido a diversas hipótesis como la ecología trófica de aves playeras migratorias y residentes, reproducción, contaminación y cronología de migración. Se toman dos unidades de muestra, una en cada isla barrera conocidas como Bajos de la Cunita y Quiñonez. Estas islas hacen parte del cinturón de islas barrera de la costa pacífica que están cercanas a las bocanas del río o estuarios asociados a las desembocaduras de los ríos. La dinámica cambiante de la costa ha ocasionado que estas islas incrementen su tamaño y extensión. Estas islas han sido visitadas regularmente desde 2004 y se caracterizan por contar con grandes áreas de planos lodosos intermareales, playas arenosas, pastizales y manglares. Además de los estudios de aves playeras la Asociación Calidris ha adelantado trabajos con otras aves acuáticas en el área.

Otros trabajos de conservación en el área: La Asociación Calidris viene trabajando en un proceso de conservación para fortalecer las capacidades de gestión de la comunidad y de manejo sostenible de los recursos naturales. Este proceso está enmarcado en un Acuerdo de Conservación suscrito entre la comunidad local y la Asociación Calidris. El propósito es integrar esfuerzos para la identificación, construcción y posterior implementación de acciones relacionadas a la calidad ambiental de la zona, así como la conservación de los recursos naturales y los bienes y servicios que el área ofrece. El acuerdo de conservación firmado en noviembre de 2011, ha contado con el apoyo del Fondo de Conservación para el Desarrollo (Alianza Fondo para la Acción Ambiental y la Niñez – Conservación Internacional).

Coordinador: Carlos Ruiz, Asociación Calidris, cjruiz@calidris.org.co

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Piscinas artificiales de Ecuasal, Ecuador

Descripción del Humedal: Las piscinas artificiales de Ecuasal fueron construidas por la empresa Ecuatoriana de Sal y Productos Químicos C.A. (Ecuasal) a fines de los años 1950. Este complejo de lagunas artificiales tienen 1500 ha de extensión y están divididas en dos plantas de producción de sal. La primera planta se denomina Mar Bravo (600 ha), se encuentra a 5 km de la ciudad de Salinas en la vía Punta Carnero – Mar Bravo y se localiza dentro de la parroquia José Luis Tamayo. La segunda planta se ubica en la carretera entre Monteverde y San Pablo a 40 km de Salinas, se denomina Pacoa (900 ha) y está políticamente dentro de los límites de la parroquia Colonche. La sal se produce en las plantas de producción mediante el proceso de evaporación del agua de mar, de tal forma que las lagunas se han convertido en un ecosistema artificial donde interactúan comunidades de organismos en un ambiente abiótico extremo caracterizado por un gradiente de salinidad. Las piscinas han sido reconocidas por más de 30 años por naturalistas y aficionados a la naturaleza y a las aves, ya que son las aves acuáticas sus principales visitantes. En las piscinas se registran en la actualidad 135 especies de aves de las cuales 93 son acuáticas, entre las aves acuáticas se registran 23 playeros migratorios boreales que arriban cada año de forma transitoria o como aves invernantes (Agreda 2012).

Importancia para las aves playeras: Las piscinas artificiales de Ecuasal son humedales claves para 23 aves playeras migratorias neotropicales, tres gaviotas (Leucophaeus atricilla, L. pipixcan, Larus delawarensis), seis gaviotines y dos anades (Anas discors y A. clypeata). Esta avifauna migratoria boreal utiliza las piscinas como sitio de descanso, parada obligatoria antes de continuar su viaje hacia otras latitudes, o permanecen en las piscinas durante el invierno boreal. Las piscinas albergan al menos 100.000 aves al año, llegándose a registrar hasta 53.000 falaropos de Wilson (Phalaropus tricolor) en ruta durante el período migratorio otoño de 2008, lo que representa >3% de la población biogeográfica de la especie y los números más altos registrados hasta la fecha para una sola especie migratoria en Ecuador (Agreda et al. 2009). Los humedales también registran comúnmente la presencia de otras aves tales como Calidris pusilla, C. minutilla, C. alba, y Calidris mauri. También se registra a las casi amenazadas Phoenicopterus chilensis, Pelecanus thagus y Thalasseus elegans en números variables, y a la críticamente amenazada Sternula lorata.

Monitoreo e investigación: Aves y Conservación / Birdlife en Ecuador viene liderando el Censo neotropical de aves acuáticas en Ecuador desde 2004, fecha en la cual se iniciaron los censos a los humedales de Ecuasal de Mar Bravo y Pacoa abarcando la mayor extensión del área. Desde fines de 2007, Aves y Conservación ha realizado el monitoreo mensual de las poblaciones de aves acuáticas en ambos humedales con el apoyo de un grupo de monitoreadores locales capacitados dentro del proyecto Conservando IBA prioritarias para aves acuáticas migratorias, Piscinas de Ecuasal. En el marco de este proyecto se desarrolla el programa de investigación que busca dar continuidad y fortalecer el mantenimiento del programa de monitoreo de poblaciones de aves acuáticas residentes y migratorias y promover becas de investigación entre los estudiantes universitarios a nivel local como parte de su programa de estudios de pre-grado. De esta manera se han realizado varios estudios que responden a la necesidad de conocer mejor la ecología de las aves migratorias y residentes de las piscinas de Ecuasal.

Otros trabajos de conservación en el área: En el marco del proyecto Conservando IBA prioritarias para aves acuáticas migratorias, Piscinas de Ecuasal, se viene trabajando en dos líneas de acción complementarias a la de la investigación. La primera es una gestión para minimizar las presiones existentes en el área de influencia directa de las piscinas y que involucra una participación importante de actores gubernamentales claves que ayudan a regular las actividades económicas que impactan al ambiente y la segunda es un programa de educación ambiental dirigido a la comunidad local y visitante con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre las piscinas artificiales de Ecuasal y sus procesos ecológicos.

Coordinador: Ana Agreda, Aves y Conservación, aagreda@avesconservacion.org

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